Siempre he tendio discusiones sobre que era mejor, si punto muerto o ir en quinta sin pisar el acelerador. Aquí está la respuesta:
La creencia popular dice que sí, pero es falso. En punto muerto el motor está liberado de las ruedas, y por lo tanto, sin combustible no funciona. En un coche de inyección, cuando se suelta el acelerador, hay marcha metida y el motor gira a más de 1.000 RPM el consumo de combustible es nulo (0,0 l/100 km).
¿Por qué? El coche se mueve por la inercia acumulada, los neumáticos giran, luego la transmisión gira, luego el motor gira. Si la centralita de inyección no detecta riesgo de calado (menos de 1.000 RPM) no inyecta combustible, absolutamente nada. Si fuese un coche de carburación (antiguos) entraría una cantidad mínima.
Uno de los secretos de la conducción eficiente es saber levantar el pie del acelerador, especialmente cuesta abajo, porque el consumo es cero, cosa que no puede decirse del punto muerto (hasta 2-3 l/hora en un turismo). Por eso, hay que evitar el punto muerto siempre que estemos en movimiento, en la medida de lo posible.
Si soltamos el acelerador, el coche pierde velocidad a menos que haya mucha pendiente. Pero esa pérdida de velocidad ¿es asumible? Siempre que sea así, levanta el pie del acelerador, y empezarás a notar la diferencia. En algunos modelos automáticos esto no se cumple, especialmente en ciudad, pero en cualquier manual, sí, siempre.